Mi reto sigue en pié. Poco a poco mi blog se irá llenando de recetas de 1866.
Estamos en Semana Santa y en España es muy tradicional en esta época tomar las TORRIJAS.
Encontraréis multitud de recetas, pero raro que encontréis una de como se hacia hace 150 años.
Recetas de torrijas en este libro hay varias por lo que os animo primero a curiosear en el enlace al blog de El Libro de las Familias, y luego a que os animéis a hacer la torrija casera que he hecho, que esta para chuparse los dedos.
¡Buena Semana Santa y hasta el lunes, que el blog también se va de vacaciones!
La torrija simple y moronda se hacia con agua, leche y vino blanco o generoso. Al que se anime a hacerla, el agua no sería necesario, ya que la leche de esos tiempos era leche en estado puro; ni homogeneizada ni pasterizada, pero con mucho más sabor que el de ahora. ¡Ya me gustaría a mi pillar un buen litro de esa leche como la de antes y ponerla a hervir, aprovechando su nata para ponérmela en una rebanada de pan con azúcar! ¡Eso si que era una delicatesen!
Receta 1866: Torrija Casera
Para 8 rebanadas partidas por la mitad
Pan francés: Pan baguete ancho pero mejor pan casero estilo molde
300 ml de leche
Batido o rebozado:
3 yemas de huevo
1 cucharita de agua de azahar (a gusto)
1 cucharita de harina
1 cucharada de azúcar
Aceite girasol
Almibar:
Miel y agua – Una cucharada bien colmada de miel y tres de agua.
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caliente y se doran (mucho cuidadito porque se puede quemar fácilmente).
Ponerlas una vez hechas en papel de cocina o secante para quitar exceso de aceite.
El almíbar de miel y agua se echa por encima cubriéndolo a gusto. Si no gusta la miel, se puede sustituir por azúcar, o azúcar y canela
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