Novísimo manual práctico de Cocina Española, Francesa y Americana

Año Gastronómico de 1866

lunes, 18 de agosto de 2014

Anales de la vida de un solteron

El Libro de las familias de 1866  no tiene desperdicio, como ya iréis viendo poco a poco en mis entradas, pero sin duda la parte de  “la llave de la vida” hace sonreír a un muerto.  En una de mis entradas nos instruía de  “como hacer fortuna” y en esta parte nos instruye además de la anatomía y del proceso del hombre y de la mujer. 

Aquí tenéis su original para que veáis que no se trata de una broma y de invención propia, y  os podáis partir de risa.  Mas parece el folletín de los descalabros de un solterón vividor, a la que solo le falta la moraleja:  "El hombre que no sienta la cabeza, mal acaba" o "No te casarás, mal acabarás".  No han de faltar en las aventuras y desventuras de este maltrecho playboy  de la  sagaz y bella viudita y una aparentemente recatada ama de llaves.

  Antes de pasar detallar paso por paso “los anales de la vida de un solterón”, resaltar uno de  sus párrafos colgado en este encabezamiento,  que aunque me produjo unas buenas risotadas, me dejo sorprendida por tener buena parte de razón. 


16 años – Su  corazón empieza a latir con violencia cuando ve muchachas jóvenes, aunque se de lejos.
17 años – Se turba y ruboriza al hablar con ellas, aunque sea de cosas indiferentes.
18 años – Empieza a tener serenidad cuando se halla con ellas.
19 años – Se incomoda seriamente si cree conocer que le tratan todavía las muchachas como si fuera un niño.
20 años – Tiene el convencimiento e su merito personal y de sus atractivos físicos.
21 años – Un espejo es para él el mueble más precioso, porque necesita admirarse.
22 años – Es un fatuo insoportable en el más alto grado.
23 años – Ninguna mujer es digna de poseerle, en su concepto.
24 años – En un movimiento de descuido cae en el lazo que le tiende el amor.
25 años – Su fatuidad destruye instantáneamente las relaciones que había contraído.
26 años – Trata con una altanería impertinente al objeto de sus galanteos, como si la pobre joven debiera estar orgullosa con su preferencia.
27 años – Galantea a otra mujer con el objeto de mortificar a la que ha abandonado.
28 años – Sufre unas calabazas, que le causan tanta rabia como humillación.
29 años – Habla mal de todas las mujeres en particular, y de todo el sexo femenino en general.
30 años – Toda conversación que trata de matrimonio le fastidia y le incomoda.
31 años – Empieza a considerar el matrimonio bajo un punto de vista muy distinto del de antes.
32 años – La hermosura no le parece, como antes, una cualidad indispensable para la mujer con quien se case.
33 años – Se cree a propósito todavía para ser un marido muy conveniente.
34 años – Por consiguiente, no duda que podrá unirse a alguna preciosa jovencilla.
35 años – Se enamora viva y profundamente de una hermosísima niña de diez y siete años.
36 años – Es rechazado vergonzosamente, y este de nuevo descalabro le deja sumido en la más honda desesperación.
37 años – Se entrega, por vía de consuelo, a todo género de desórdenes y disipaciones.
38 años – Las mujeres honradas le causan hastío.
39 años – Su nuevo género de vida le produce vivos remordimientos y frecuentes disgustos.
40 años – Fermente de nuevo en su imaginación algunas ideas matrimoniales, pero este germen no se desarrolla.
41 años – Una viuda joven y hermosa ocupa sus pensamientos.
42 años – Después de vacilar un poco, se determina a tributarla obsequios, que le son inspirador por el amor y el interés.
43 años – El interés y el egoísmo predominan en su imaginación, y le inspiran prudentes reflexiones.
44 años – La viudita, que es muy sagaz, se divierte a costa suya y le va echando suavemente de su lado.
45 años – Siente aumentar progresivamente su odio a las mujeres.
46 años – Empieza a sentir algunos ataque de gota y reuma
47 años – Considera con inquietud cual será su situación cuando se halle ya ciego y achacoso.
48 años – Piensa que no puede haber nada más triste que el vivir enteramente solo.
49 años – Se decide a tener en su compañía a una mujer juiciosa, aunque joven todavía, para que gobierne su casa y le cuide.
50 años – La gota y el reuma adquieren más intensidad.
51 años – Esta contentísimo de su nueva ama de llaves, y la quiere ya como a una asistenta.
52 años – Empieza esta mujer a inspirarle sentimientos de otra naturaleza.
53 años – Se revela su orgullo ante la idea de casarse con su ama de llaves.
54 años – Se encuentra muy indeciso sobre el partido que ha de tomar.
55 años – Se halla totalmente bajo el dominio de la ama de llaves, y es sumamente desgraciado.
56 años – La idea de separarse de esta mujer le cause una agitación violenta y crueles insomnios.
57 años – Esta mujer le declara con púdico rubor que su conciencia y el cuidado de su reputación no la permiten continuar viviendo con un hombre soltero.
58 años – Su gota, su reuma y su mal humor han llegado a su último periodo.
59 años – Se siente debilitado y cuasi aniquilado y llama a su ama de llaves al lado de su cama, y le anuncia su intención de casarse con ella.
60 años – Su situación y sus enfermedades se agravan, y espira dejando a su futura en ciernes todo lo que poseía.






martes, 15 de julio de 2014

Teatro Real de Madrid y Benito Pérez Galdos


El Libro de las Familias se creo y edito en Madrid en 1866, poco antes de que Benito Perez Galdos pisase esta ciudad.  Los finales del siglo XIX fueron años convulsos en un Madrid en constante cambio en el ojo del huracán, y del que Benito Perez Galdos se enamoro locamente.  El Galdos vividor y mundano, pero con los pies bien puestos sobre la tierra, fue el eterno paseante de Madrid que se percataba  de lo vivido en sus adoquines. Supo plasmar de modo fiel la vida de Madrid, describiéndolo en muchas de sus novelas realistas. donde el Madrid de esa época, en todas sus dimensiones, la burguesa, la popular, la más costumbrista fue otro gran protagonista.
Conocer un poco más de Madrid a través de los ojos de Galdós en sus cortas narraciones será parte del "Libro de las Familias", que podemos compararlo del Madrid de entonces.  
"Entré en la Universidad, donde me distinguí por los frecuentes novillos que hacía, como he referido en otro lugar. Escapándome de las cátedras, ganduleaba por las calles, plazas y callejuelas, gozando en observar la vida bulliciosa de esta ingente y abigarrada capital. Mi vocación literaria se iniciaba con el prurito dramático, y si mis días se me iban en "flanear" por las calles, invertía parte de las noches en emborronar dramas y comedias. Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos" (B. Pérez Galdós, Memorias de un desmemoriado, II)
Empecemos entonces con su frecuentado "Teatro Real"
Teatro Real a finales del siglo XIX

Las de Santa Cruz no llamaban la atención en el teatro, y si alguna mirada caía sobre el placo era para las pollas colocadas en el término con simetría de escaparate. Barbarita solía ponerse en primera fila para echar los gemelos en redondo y poder contarle a Baldomero algo más que cosas de decoraciones y del argumento de la opera.  Las dos hermanas casadas, Candelaria y Benigna, iban alguna vez.  Jacinta casi siempre; pero se divertía muy poco.  Aquella mujer mimada por Dios, que la puso rodeada de ternura y bienandanzas en el lugar más santo, hermoso y tranquilo de este valle de lágrimas, solía decir en tono quejumbroso que no tenía gusto para nada.  La envidiada por todos envidiaba a cualquier mujer pobre y descalza que parase por la calle con un mamón en brazos liado en trapos. 


Teatro Real primeros del siglo XXI

El abono que tomaron en el Real a un turno de palco principal fue idea de don Baldomero, quien no tenía malditas ganas de oír óperas, pero quería que Barbarita fuera a ellas para que le contase, al acostarse o después de acostados, todo lo que había visto en el Regio coliseo.  Resultó que a Barbarita no la llamaba mucho el Real; mas aceptó con gozo para que fuera Jacinta.  Esta, a su vez, no tenía verdaderamente muchas ganas de teatro; pero alegrose mucho de poder llevar al Real a sus hermanas solteras, porque las pobrecillas, sino fuera así, no lo catarían nunca.  Juan, que era muy aficionado a la música, estaba abonado a diario, con séis amigos, a un placo alto de proscenio.
Extracto de Fortunata y Jacinta (1887)

viva40mas

miércoles, 26 de marzo de 2014

Marzo de lloros y risas

Sale marzo entra abril, nuebecillas a llorar y campillos a reir



El Cascabel 25 marzo 1866

Ya empieza la primavera en el libro de las Familias y la estufa (las provisiones) están a punto de agotarse. 

Buscando historias y cotilleos en aquellos madrides de 1866, me he topado con un domingo 25 de marzo de 1866 mirando divertida un periódico: El Cascabel, ... cuyo propósito es "ponérselo al gato"Lo que fuere sonará.

En su encabezamiento un ¡VIVA LA PEPA!, invitándonos a leer variopintos y curiosidades: Cuadros de costumbres, artículos humorísticos,cuentos, epigramas, oportunidades semblanzas, charadas, logogrifos, noticias útiles, noticias cómicas, ejemplos morales, y mil cosas mas.

Quien me iba a decir a mi que este periodiquillo madrileño de hace 150 años me iba a divertir desencadenando  más de una carcajada en la singularidad de sus católicos artículos, en sus mordaces comentarios que nos dice verdades como templos, en su cursi folletín nada más y nada menos que escrito que por una señorita premiada por la Real Academia Española, y en sus  satíricas e irónicas "mil cosas más".

La Semana Santa esta a la vuelta de la esquina por lo que echar una ojeada a su manifiesto de la Semana Santa os aseguro que nos os dejará indiferentes, por lo que  "os convido a la meditación", que hasta Quevedo nos pone a tono:
"como su llanto es placer,tiene su risa el dolor"
y melancólicos: ¡Que magníficos son esos siete días, que hacen que nuestra memoria se ilumine con la inextinguible luz de los recuerdos!

Pero muchas verdades del Madrid de entonces podrían decirse del Madrid actual:

En Madrid hay mucho hombre que pretenden pasar por grandes, siendo muy pequeños
Hay muchos dedicados exclusivamene a hacer política, cuyo inocente entretenimiento es hoy una industria como otra cualquiera.
Muchas medianías, y hasta nulidades, ocupando elevados puestos, uqe no merecen, y a los que nunca debieron haber llegado.
Muchos hombres honrados que se mueren de hambre.
Mucha adulación, mucha avaricia, mucho descaro, mucha ignorancia.
Hipoócritas que creen engañaar a los demas, y solo consiguen engañaarse a si mismos.
Mucha farsa, mucho orugllo, mucha osadia, mucho egoismo, mucho lodo.

"La huminidad en el siglo XIX es una copia fiel y exacta de lo que ha sido en todos los siglos"   ¿Que podemos decir  150 años después? ¿Somos todavía copia fiel y exacta? ¿Hemos cambiado?. 



El Cascabel 25 marzo 1866



Los casados a los que os guste la parranda y cantar debajo de las ventanas de las buenas chicas - ¡si, si, lo digo por vosotros! - ya podéis tomar buena nota con su folletín de EL TIO BLAS, tu consejero matrimonial, ya que no hay nada mejor que tu "Magdalena".







El Cascabel 25 marzo 1866
Os dejo con un rato de mucha diversión y reflexión solo con un click en cada una de las imágenes para que podáis reiros mejor.


El Cascabel 25 marzo 1866


Para aquellos curiosos de la huerta, de la gastronomía, y de la economía casera, nada más cliquear en el mes de Marzo del libro de las Familias:


Mes de Marzo de El Libro de las Familias de 1866
Mes de Marzo del Libro de las Familias de 1866

Contemos un poco más:

Al Libro de las Familias le toco vivir años convulsos y dramáticos.  La gran crisis de estos años de reinado de Isabel II, le siguió un sexenio democrático con una enorme inestabilidad política que comenzó en 1868 con la Revolución Gloriosa, continuando por el frugal reinado de Amado I y al que siguió la breve I República.

En aquellos tiempos no existía  la libertad de prensa que hoy tenemos, siendo controlada y usada por los sucesivos gobiernos, no es menos cierto que es en este época es cuando las ideas democráticas comienzan a aparecer en la prensa liberal a través de los artículos de algunos colaboradores.

El aspecto de los periódicos empieza a ser más ameno, apareciendo nuevas secciones de crítica literaria, pasatiempos, anécdotas y humor.  Dedican más espacio a la publicidad e insertan folletines o llamada novela por entregas.

Si bien la mayoría de la población era analfabeta y las tiradas son muy pequeñas (nunca sobrepasan los 15.000 ejemplares) tienen una amplia difusión debido a la tradición de la lectura en voz alta, la existencia de gabinetes de lectura y la costumbre de leer los diarios en los cafés, ateneos y tertulias.  A partir de 1868 se desarrolla la prensa femenina.

A raíz de La Gloriosa surgen publicaciones ampliamente destacadas en su época como fue la revista La Flaca. Al estilo y orientación de La Flaca fue seguido por otras revistas de Madrid y Barcelona, entre las que destacarán La Esquella de la Torratxa (1872), La Filoxera (1878), El Loro (1879), La Viña (1880), El Motín (1881), La Mosca (1881), La Broma(1881), La Tramontana (1881) y Acabose (1883).

El Imparcial (1867) y El Liberal (1879). La Correspondencia de España (1859) se define como independiente, a la vez que El Imparcial, cuyo suplemento literario, Los lunes del Imparcial, publicó desde 1879 hasta 1906, bajo la dirección de José Ortega Munillaobras de los autores más importantes de la época: José ZorrillaJuan ValeraRamón de CampoamorEmilia Pardo BazánRubén Darío... Los lunes del Imparcial "lanzó al estrellato" a los autores más importantes del Regeneracionismo y la Generación del 98Miguel de UnamunoAzorínPío BarojaRamón María del Valle-Inclán..

Hay cosas que desafortunadamente, o afortunadamente, no han cambiado, y seguimos siendo unos estúpidos humanos con muchas miserias, los cuales mas de 150 años después cuentan con una tecnología jamás soñada por aquellas mentes disparatadas, preclaras, proféticas o adivinadores de aquel entonces.  ¿Quien nos iba a decir que con un click podríamos retroceder  150 años atrás con una biblioteca virtual?

lunes, 3 de marzo de 2014

Febrero o puerco o carnaval?

El mes de febrero es el año más curioso y gracioso del Libro de las Familias, ya que según él a este gélido mes se le tendría que llamar “puerco”: “Si se reforma el calendario, debería darse a febrero el nombre del amable y gracioso compañero de San Antón”. 


mes de febrero de el libro de las familias
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Puerco, cerdo, marrano, cochino, gorrino, verraco, cebón, lechón, tocino ,…, que  aparte de designar al susodicho y sabroso cuadrúpedo, calumnia a aborrecidos sujetos, con improperios como  asquerosos, mugrientos, pringosos, repelentes, sucios, repulsivos, desaliñados,  groseros, toscos, brutos, desonestos, …, con una lista interminable de calumnias y groserías. 

Contemplando a fondo a este productivo animal, no entiendo tales calumnias a tan brillante ejemplar.  Sociables, amistosos, curiosos e inteligentes, y  muy limpios, al contrario de lo que se piensa. Evitan ensuciar las zonas donde viven, si disponen del espacio suficiente tienen cuidado de no manchar las zonas donde comen  o duermen.  Si se bañan en barro o lodo es simplemente para mantener su temperatura corporal baja, ya que son incapaces de sudar, y además esto les ayuda a eliminar los parásitos.

De este noble animal se aprovecha todo, y no hay parte de su anatomía que no haga nuestras delicias.  Si  nos topamos con  un Ibérico, el españolito bellotero  de pura cepa, ya no  hablamos  solo de delicias, sino de deleites gastronómicos inigualables.  

El mes de febrero de hace 150 años era un mes falto de de productos de la huerta por lo que como bien dice: “No se cogen muchos más  productos que los de la estufa de legumbres y del frutero, que es preciso visitar con esmero”, por lo que había que ser previsor y aplicarse el cuento de "La cigarra y la hormiga"  .

Divertido es su parte de economía , ya que aunque en tiempo de romanos parece que este mes era tiempo de expiaciones, en la España  de hace 150 años era un séquito de faltas mundanas, producidas por las locuras del carnaval.

mes de febrero gastronomico y económico
cliquea sobre la imagen para agrandarla

El mes de febrero es mes de carnavales, y aunque este año no serán en febrero sino en la primera semana de marzo, por empezar La Cuaresma más tarde, vengo preparada con un séquito de faltas mundanas, dispuesta a embelesarme  con las fiestas, cansarme en las noches en el turbión de un baile y al ruido de una orquesta que entretiene, sin miedo a que tal  comparsa me lleve al médico.  ¡Qué triste sería la vida sin placeres mundanos!


Y para disfrutar de los Carnavales en Madrid, os invito a que entréis en su programa, ya que tenemos como protagonista al Greco, con un “Caballero de la mano de Orgaz”  con antifaz y con ganas de marcha.

jueves, 6 de febrero de 2014

La tortilla de patata, Madrid y un mes de enero

El Libro de las Familias de 1866 se forjó y edito en Madrid, cogiendo mucho de la cocina, maneras, usos y costumbres de la España de entonces, pero sin dejar de olvidar los artes culinarios de la cocina criolla, por la mucha influencia de idas y venidas de nuestras y sus gentes a "nuestra segunda tierra" para los que aquí nos quedamos, pero que para los que se fueron al otro lado del gran charco se convirtió en su tierra y patria, quedando España de segundona.

Retrocediendo a 1866 me encuentro a Gustavo Adolfo Becker  con su recién cumplidos 30 años saliendo de su casa en la calle Pedro de Heredía, en esos tiempos a las afueras de Madrid, que va de la calle de Boncángel a la de Almeria, barrio de la plaza de Toros de Las Ventas, cerca de la parroquia de la Covandonga,  dando un paseo hasta llegar a  la calle Alcalá para llegar a Cibeles dirección a la Plaza de Almirante, actualmente llamada Plaza del Rey. donde estaba el Teatro Circo de Paul, denominado también "Teatro de la Bolsa" y un poco más arriba en la misma plaza dirección a la calle Infanta gustaba contemplar "la Casa de las Siete Chimeneas" durante un rato. Imaginabase el Sr. Becker a la  pobre viuda Doña Elena loca de pena deambular por la casa como alma que lleva el diablo. ¿Que paso con el cadáver de este alma en pena? Miraba por los aleros del tejado para ver, si con fortuna, lograba ver la que decían era el espectro de la desconsolada con andar lento y toda vestida de blanco. Continuaba sus pasos nuevamente hacía la calle Alcalá hacía la Puerta del Sol, subiendo por la calle Mayor hacia la Plaza Mayor.  De allí cogía la  salida por la calle Toledo llegando al centro mismo del barrio Lavapiés.  Acababan de abrir un nuevo restaurante “Taberna Oliveros”, que contaba apenas 9 años, en el que a buen precio podía disfrutar del mejor de los cocidos madrileños. El paseíto merecía la pena, pues su trabajo de censor de novelas le tenía siempre leyendo y escribiendo, y levantar sus posaderas a favor de aires frescos pero soleados en este mes de enero le hacía mucho bien, ya que últimamente notaba que su salud se le iba quebrantando.

Casi me tropiezo con el  joven tímido y desaliñado de  Benito Pérez Galdós dirigiéndose a cualquiera de los periódicos La Nación, El Debate o la Revista del Movimiento Intelectual de Europa de los que era redactor. Con sus  apenas 23, al que  todavía le faltaría un año para empezar a escribir su primera novela, llevaba en este mes de pleno invierno enrollada al cuello una bufanda de lana blanca, con un un cabo colgando del pecho y otro a la espalda, un puro a medio fumar en la mano, y su siempre fiel perro alsaciano acompañándole.
  
Este mismo año nació Ramón María Valle Inclán, pero no en Madrid, sino en Galicia.  Dos años solo estuvo en Madrid cuando vino con sus 24 años, pero fueron fructíferos por lo mucho que frecuentaba los cafés de la Puerta del Sol y lo mucho que le gustaba la tertulia.  Es un hombre expresivo e ingenioso,  que se deja ver y conocer con su acento y su particular ceceo.  En Madrid configuraría su personalidad, su mundo. 

Recordar los fogones y costumbres madrileñas de entonces los podríamos casi degustar en este libro, pero quién quiera pasar por alguno de estos lugares de antaño puede lanzarse en una visita a los pocos restaurantes que quedan de entonces a saborear la tradición de sus muchos años y degustar platos tan típicos como unos callos madrileños, gallina en pepitoria, gambas al ajillo, riñones al jerez, bacalao rebozado, tortilla de patata, …..

La gastronomía madrileña se ha ido nutriendo de influencias árabes y del resto de las regiones que la rodean (cocina manchega y castellano leonesa).

¡Quien nos iba a decir que la sencilla tortilla de patata, , uno de los platos típicos madrileños, era en ese entonces un plato de aristócratas y que paso de las cocinas de los palacios a las del pueblo llano!



Y como buena madrileña que soy, con toques burgaleses y alaveses, os aconsejo que no os perdáis la oportunidad de pasear por Madrid en un día invierno soleado madrileño, ya que en una semana nos toparemos con lo mejor de la Gastronomía de Madrid: “Gastrofestival 2014”



Pero sin perderos lo mejor de la gastronomía, huerta y consejos de la economía  del mes de Enero de hace 150 años




martes, 7 de enero de 2014

En diciembre no hay valiente que no tiemble

viva40mas ha estado tan liada siendo madre, esposa, hija, profesora, escritora, ama de casa, restauradora, estudiante,  cocinera, bailadora,  blogera, surfera,  ...... y es que esto de querer llegar a todo, es ¡agotador!, y al final "el que mucho abarca poco aprieta".  Este culo inquieto de viva40mas tendrá que ponerse las pilas, ya que se acaba el año y mi mes gastronómico del mes de diciembre se irá con el, antes de que aparezca.   Así que cotilleemos lo que se cocía en el mes de diciembre de hace 150 años.

Pero a pesar de que parezca un mes baldío y estéril por el frío, y que con sus heladas  poco pueda crecer, que sepan ustedes que no lo es.  Es el mes de "a la rica naranja", una de mis frutas preferidas, tanto, que en este época no falta un zumo de naranja recién exprimido en el desayuno, y de postre, ya sea de comida o cena, una naranja siempre cae. Y qué decir del preciado obsequio que nos da este mes con una de las mayores riquezas que ofrece nuestra querida España: "la oliva", ya que sea en su degustación como fruto, la aceituna  en sus múltiples variedades, o en su oro liquido, el aceite de oliva,  lleno de virtudes tanto ricas como saludables.

De refranes tampoco se queda parco este mes, pero casi todos hablan de "frío", por os dejo con algunos para que empecéis a tiritar. 


"En diciembre, día templado, es que viene soplado."
"Cuando en diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar."
"Niebla en diciembre, lluvia o solano viene."
"En diciembre se hielan las cañas y se asan las castañas."
"Amanecer y anochecer, en diciembre son casi a la vez."
"En diciembre no hay valiente que no tiemble."
"En diciembre frío, y calor en el estío."
"En diciembre, heladas, y migas a almorzadas."
"Días de diciembre, días de amargura; apenas amanece, ya es noche oscura."
"Por diciembre el trueno, anuncia año bueno."

Pero si de algo destaca el mes de Diciembre es por que con el viene la Navidad con sus celebraciones y derroches, y con ello las temidas reuniones familiares tan deseadas para unos, pero tan complicadas e incluso detestadas para muchos.  Llenos de convencionalismos y consumismo, ¡la autentica Navidad nos importa un carajo!

¡Quién se lo iba a decir hace más de 2.000 años a Jesucristo, que la celebración de su nacimiento poco o nada  tendría que con la llegada del "hijo de Dios" y mucho y todo con comilonas, regalos, viajes, vacaciones y diversión!

¡Pero pardiez! -  diría alucinado -   ¡Y ese viejo gordo de pelo y barba canoso vestido de una manera extravagante y ridícula  y encima todo de  rojo, qué narices tienes que ver con mi nacimiento!
¡Me pueden decir qué pinta un arbolito lleno de luces y bolitas  en toda esta historia!  

Del  tema de la Navidad habría mucho para hablar, pero soy la primera que vive y participa en todo este berenjenal y guardo las apariencias, a pesar de que cada diciembre que llega  me gusta menos formar parte de esta "falsa Navidad".  ¡Pero aquí me tenéis como una borrega más, diciéndome que esto tiene que cambiar!

Fuera de convencionalismos y de corazón, os DESEO  un FELIZ AÑO 2014, y sobre todo que al menos mejoremos, y que salgamos por fin de esta maldita crisis. 

Y mientras preparáis el fin de año, os dejo con el mes Gastronómico del mes de Diciembre del "Libro de las Familias" de 1866.




Mes Gastronómico de Diciembre
Mes Gastronómico de Diciembre