Novísimo manual práctico de Cocina Española, Francesa y Americana

Año Gastronómico de 1866

jueves, 6 de febrero de 2014

La tortilla de patata, Madrid y un mes de enero

El Libro de las Familias de 1866 se forjó y edito en Madrid, cogiendo mucho de la cocina, maneras, usos y costumbres de la España de entonces, pero sin dejar de olvidar los artes culinarios de la cocina criolla, por la mucha influencia de idas y venidas de nuestras y sus gentes a "nuestra segunda tierra" para los que aquí nos quedamos, pero que para los que se fueron al otro lado del gran charco se convirtió en su tierra y patria, quedando España de segundona.

Retrocediendo a 1866 me encuentro a Gustavo Adolfo Becker  con su recién cumplidos 30 años saliendo de su casa en la calle Pedro de Heredía, en esos tiempos a las afueras de Madrid, que va de la calle de Boncángel a la de Almeria, barrio de la plaza de Toros de Las Ventas, cerca de la parroquia de la Covandonga,  dando un paseo hasta llegar a  la calle Alcalá para llegar a Cibeles dirección a la Plaza de Almirante, actualmente llamada Plaza del Rey. donde estaba el Teatro Circo de Paul, denominado también "Teatro de la Bolsa" y un poco más arriba en la misma plaza dirección a la calle Infanta gustaba contemplar "la Casa de las Siete Chimeneas" durante un rato. Imaginabase el Sr. Becker a la  pobre viuda Doña Elena loca de pena deambular por la casa como alma que lleva el diablo. ¿Que paso con el cadáver de este alma en pena? Miraba por los aleros del tejado para ver, si con fortuna, lograba ver la que decían era el espectro de la desconsolada con andar lento y toda vestida de blanco. Continuaba sus pasos nuevamente hacía la calle Alcalá hacía la Puerta del Sol, subiendo por la calle Mayor hacia la Plaza Mayor.  De allí cogía la  salida por la calle Toledo llegando al centro mismo del barrio Lavapiés.  Acababan de abrir un nuevo restaurante “Taberna Oliveros”, que contaba apenas 9 años, en el que a buen precio podía disfrutar del mejor de los cocidos madrileños. El paseíto merecía la pena, pues su trabajo de censor de novelas le tenía siempre leyendo y escribiendo, y levantar sus posaderas a favor de aires frescos pero soleados en este mes de enero le hacía mucho bien, ya que últimamente notaba que su salud se le iba quebrantando.

Casi me tropiezo con el  joven tímido y desaliñado de  Benito Pérez Galdós dirigiéndose a cualquiera de los periódicos La Nación, El Debate o la Revista del Movimiento Intelectual de Europa de los que era redactor. Con sus  apenas 23, al que  todavía le faltaría un año para empezar a escribir su primera novela, llevaba en este mes de pleno invierno enrollada al cuello una bufanda de lana blanca, con un un cabo colgando del pecho y otro a la espalda, un puro a medio fumar en la mano, y su siempre fiel perro alsaciano acompañándole.
  
Este mismo año nació Ramón María Valle Inclán, pero no en Madrid, sino en Galicia.  Dos años solo estuvo en Madrid cuando vino con sus 24 años, pero fueron fructíferos por lo mucho que frecuentaba los cafés de la Puerta del Sol y lo mucho que le gustaba la tertulia.  Es un hombre expresivo e ingenioso,  que se deja ver y conocer con su acento y su particular ceceo.  En Madrid configuraría su personalidad, su mundo. 

Recordar los fogones y costumbres madrileñas de entonces los podríamos casi degustar en este libro, pero quién quiera pasar por alguno de estos lugares de antaño puede lanzarse en una visita a los pocos restaurantes que quedan de entonces a saborear la tradición de sus muchos años y degustar platos tan típicos como unos callos madrileños, gallina en pepitoria, gambas al ajillo, riñones al jerez, bacalao rebozado, tortilla de patata, …..

La gastronomía madrileña se ha ido nutriendo de influencias árabes y del resto de las regiones que la rodean (cocina manchega y castellano leonesa).

¡Quien nos iba a decir que la sencilla tortilla de patata, , uno de los platos típicos madrileños, era en ese entonces un plato de aristócratas y que paso de las cocinas de los palacios a las del pueblo llano!



Y como buena madrileña que soy, con toques burgaleses y alaveses, os aconsejo que no os perdáis la oportunidad de pasear por Madrid en un día invierno soleado madrileño, ya que en una semana nos toparemos con lo mejor de la Gastronomía de Madrid: “Gastrofestival 2014”



Pero sin perderos lo mejor de la gastronomía, huerta y consejos de la economía  del mes de Enero de hace 150 años